Hoy os queremos transmitir una pequeña reflexión que nos hace Seth Godin. Él es un experto en marketing y autor de numerosos libros y creador de conceptos tales como Marketing Viral o marketing de Permiso. Actualmente está considerado uno de los más grandes visionarios de mercado. Esperamos vuestra opinión al respecto. Realmente no hay una solución al dilema pero espero que os resulte interesante. Ahí va la historia:
La lección de 2 puestos de limonada.
El primer puesto está dirigido por dos niños. Usan limonada “Countrytime”, vasos de papel y una mesa plegable. Es un puesto bastante decente, uno más de los tradicionales puestos de limonada americanos. El vaso de limonada vale 1$ que es un precio bastante competitivo teniendo en cuenta, que aparte del refresco recibes la satisfacción de estar ayudando a los chicos en una buena causa. El otro puesto es diferente. La limonada es gratuita pero hay un bote para que dejes un donativo si quieres. Cuando te acercas ves que el propietario del puesto es una niña de tan solo 11 años. Se toma su tiempo y tienen un cubo lleno de hielo y otro lleno de limones. Cuando llegas corta un limón por la mitad y lo exprime con sus pequeñas manos. Mientras comenta el poder de la limonada para alegrarte el día. No hay que tomarse deprisa la limonada, es mejor saborearla, le comenta ella. No le ponga mucha azúcar para poder disfrutar mejor de su sabor. Mientras estas en el puesto, una docena de posibles clientes se van ya que creen que tarda mucho en servir el vaso de limonada. A la niña no le importa ya que está comprometida con satisfacer a la persona que está atendiendo. Algunas personas esperan en la cola para recibir su vaso de limonada.
Al final el cliente deja 5$ de propina en el bote, porque aunque quizás la limonada no valía tanto, el empeño y el cariño de la muchacha ha hecho que la limonada tenga mucho más valor.
¿A cuál de los dos empresarios le espera un futuro más brillante?
